Get a Grip, el disco que le hizo frente al grunge.

A 27 años de su lanzamiento, la historia del álbum que terminó de resurgir la épica de Aerosmith.

Tomas San Juan

Con el lanzamiento de Pump (1989), Aerosmith volvió a ubicarse de a poco en el radar de las bandas del momento, o por lo menos a lo que críticos musicales refieren como “éxito”.
La incorporación de teclados y vientos, sumado a la producción de Bruce Fairbairn y la inclusión de músicos adicionales hicieron evolucionar su búsqueda sonora, terminando de cerrar un círculo definitivo en su discografía.
El éxito comercial asomó en el horizonte y dejó allanado el camino para que el quinteto prepare la ceremonia del regreso triunfal a la masividad.

En retrospectiva, la escena dominante a principios de los 90s era el grunge. La revolución cultural que significó Nevermind (1991) ubicó estos sonidos provenientes de Seattle (y de otras ciudades también, claro) en lo más alto de los rankings. Pearl Jam, Alice in Chains y Soundgarden, por nombrar algunas, acapararon la atención de medios de comunicación, críticos y miles de adolescentes que encontraron en la música una salida a un mundo en constante crisis.

A finales de los 80s la discográfica por excelencia era Geffen Records, su nombre se formó gracias al éxito de Whitesnake, The Stone Roses, Guns N’ Roses, Tesla y el regreso de Aerosmith.
Al poco tiempo y con el éxito masivo del grunge, se creó un subsello llamado DGC Records. Ahí estaban las llamadas “bandas de rock alternativo” con Nirvana a la cabeza. En ese contexto, Steven Tyler, Joe Perry y cía decidieron producir su undécimo álbum de estudio: Get a Grip.



Get a Grip fue el último disco de Aerosmith en Geffen Records, luego de volver con Columbia Records. El 20 de abril de 1993 se publicó el disco que marcaría el verdadero antes y después en su carrera: el grupo le hizo frente al grunge con un batallón de mega hits encabezados por “Livin ‘on the Edge”, “Cryin”, “Amazing” y “Crazy”, además de dejar atrás la diversidad musical de Pump.

Al igual que en su predecesor, el grupo se apoyó en compositores. A los riffs pegadizos de Perry, la batería potente de Joey Kramer y la voz indiscutible de Tyler se sumaron las participaciones de Don Henley (Eagles) en los coros de “Amazing” y Lenny Kravitz con tarea similar en “Line Up”. También se destacan Desmond Child y Richie Supa, entre muchos otros.


Get a Grip recibió algunas críticas de la prensa especializada por tener una búsqueda demasiado profunda en el éxito perdiendo lo que Aerosmith había logrado músicalmente en Pump
A pesar de esto, produjo hits masivos de radio y televisión: con MTV a la cabeza, sus videoclips quedaron marcados en la memoria de toda una generación adolescente que buscaba liberación y volvía a aceptar las gafas de sol, el pelo largo y la estética del hard rock.

La producción de los videos merece mención aparte. Con la actriz Alicia Silverstone, Aerosmith recorrió todos los hogares del mundo marcando un hito cultural en la estética de jovenes que comenzaron a hacerse aritos en el ombligo o peinados llamativos. 
Sin ir más lejos el álbum ganó el premio Grammy a la mejor interpretación rock de un dúo o grupo con vocalista en 1993 y 1994.
Dato no menor: la gira de este disco los trajo por primera vez a la Argentina, presentándose en enero y noviembre de 1994 en el Estadio de Vélez Sarsfield. Sí, tocaron dos veces en un mismo año.

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